Los poderosos esperaban que naciera entre los suyos, pero Dios vino a nacer en un establo, entre animales; lo reconocieron unos pobres pastores, los desheredados.
Más de dos mil años después esperamos que los nacimientos sean sin dolor, en la abundancia, entre elogios y alabanzas… Pero la Vida no es así: se empeña en seguir alumbrando las sombras y calentando las frías noches de invierno.
Este año ha sido especialmente duro para muchos de vosotros: algunos porque habéis perdido el trabajo, otros porque lleváis mucho tiempo sin encontralo; unos habéis perdido seres queridos, o proyectos de pareja y sueños de familia; muchos no habéis podido encontrar la alegría en vuestro interior y os habéis hundido en la tristeza…
A pesar de todo hemos sido testigos de la Vida que se abre camino en las circunstancias más difíciles y por eso… en estas fiestas os deseamos:
que de lo que se ha roto nazca una unidad superior,
que de lo que se ha perdido surjan nuevos caminos,
que de las puertas cerradas se descubran espacios interiores,
que en lo perdido encuentres tesoros ocultos,
que la crisis se convierta en oportunidad,
que de la tristeza brote una serena alegría.
¡FELIZ NAVIDAD!
Mati y Chema